Desregulación energética en el Litoral: Un cambio esperado y sus implicaciones

Las provincias del Litoral argentino están atentas a las posibilidades que ofrece la desregulación energética, que les permitiría comprar electricidad directamente a los generadores. Entre Ríos, Corrientes y Misiones anhelan la propuesta del Gobierno Nacional para adquirir energía de manera directa a través de Salto Grande y Yacyretá, dejando atrás el esquema vigente desde la década de los ’90. Esta medida se vislumbra como un potencial reducidor de costos en el suministro eléctrico, lo que podría reflejarse en rebajas significativas en las boletas de luz para los usuarios.
Tras tres décadas, el marco energético establecido por Roberto Dromi parece estar enfrentando una crisis. El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, adelantó durante la Amcham Summit que el modelo de generación, transporte y distribución de electricidad experimentaría cambios sustanciales. Esto abriría la posibilidad para que las distribuidoras adquieran energía directamente de los generadores, marcando así un desplazamiento del modelo centralizado hacia uno más descentralizado, con un énfasis en las inversiones privadas y los agentes del mercado.
La iniciativa tomó impulso cuando la Cooperativa Eléctrica de Concordia, Entre Ríos, presentó un pedido directo a la Secretaría de Energía para comprar energía de Salto Grande. Esta represa, ubicada en las cercanías de la ciudad, vende energía a CAMMESA a un precio considerablemente más bajo que el que luego se revende a las distribuidoras locales. Este movimiento representaría un cambio meramente contable, ya que las redes utilizadas son propiedad de la empresa provincial.
Si bien esta propuesta ha sido bien recibida inicialmente por la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (FACE), existen ciertas preocupaciones por parte de las distribuidoras de la provincia de Buenos Aires, que por su proximidad deberían adquirir energía de termoeléctricas con un costo de producción significativamente más alto que las hidroeléctricas.
El presidente de la empresa estatal entrerriana Enersa, Ignacio Bergallo, sugirió que sería beneficioso que la compra directa se base en criterios de proximidad geográfica entre distribuidores y generadores, en lugar de volumen, para evitar posibles exclusiones de distribuidores más pequeños. El impacto económico de esta medida sería inmediato, con una reducción sustancial en los costos para las distribuidoras y, en última instancia, para los usuarios finales.
En el caso de Corrientes, el reclamo por la compra directa de energía a Yacyretá ha sido una solicitud recurrente durante más de 15 años. Sin embargo, el marco regulatorio vigente hasta ahora había impedido esta posibilidad. Con el nuevo esquema propuesto, sería factible satisfacer esta demanda, lo que también está relacionado con el reclamo por las regalías de ambas represas.
Por su parte, Misiones se muestra receptiva ante la propuesta de desregulación energética, aunque con cautela. Esperan conocer los detalles finales del proyecto para evaluar cómo resolverán ciertas cuestiones técnicas, como los picos de consumo imprevistos. Misiones, que depende en gran medida de la energía eléctrica debido a la falta de acceso al gas natural, está explorando diversas fuentes de energía renovable para aumentar su autoprovisión.
En resumen, la desregulación del mercado eléctrico en el Litoral argentino representa un cambio esperado que podría traer consigo beneficios significativos tanto para las distribuidoras como para los usuarios finales, marcando un hito en la evolución del sector energético del país. Sin embargo, se requiere un enfoque cuidadoso y una planificación detallada para garantizar una transición fluida y equitativa hacia este nuevo modelo.
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