
En medio de un temporal, un intento de sobrepaso trágicamente fallido resultó en la pérdida de tres vidas en un choque frontal sobre la ruta nacional 12, cerca de la localidad de Saladas. El Chevrolet Corsa, conducido por Luis Soler Cáceres (66), intentaba adelantar a un camión que transportaba autos cuando, obstruido por el “spray” de la lluvia, colisionó de frente con una camioneta Jeep en sentido contrario. En el impacto, además de Luis, perdieron la vida su hermano Adolfo Soler Cáceres (70) y su hija María Luz Soler Cáceres (45), quienes retornaban a su hogar en San Roque.
El accidente dejó consternada a la comunidad, especialmente a aquellos que conocían y apreciaban a los Soler. Adolfo, conocido como “Don Alo”, fue un pilar en el cuartel de Bomberos Voluntarios, incluso siendo uno de sus fundadores y alcanzando el rango de comandante. Su hija también formó parte del cuartel como cabo. Además de su compromiso con el servicio comunitario, Adolfo se dedicaba al vivero de plantas ornamentales junto a su hija en San Roque. Por otro lado, Luis era reconocido como dueño de una panadería tradicional, donde los antiguos hornos a leña aún son empleados.

El rescate de los cuerpos, atrapados entre los hierros retorcidos del Corsa, demandó una intensa labor por parte de los Bomberos Voluntarios de Saladas. Mientras tanto, los ocupantes de la camioneta Jeep, a pesar del vuelco, sufrieron únicamente heridas leves. El trágico suceso deja un doloroso vacío en la comunidad, recordando la importancia de la prudencia y el cuidado al volante, especialmente en condiciones climáticas adversas.