Tensión en Ascenso: Milei vs. China por Paralización de Represas en Santa Cruz

La interrupción total de las obras en las represas de Santa Cruz ha exacerbado las tensiones entre el gobierno argentino y China, mientras más de mil trabajadores enfrentan la incertidumbre del desempleo en el inicio del fin de semana largo de Pascuas. Este abrupto freno en la construcción, respaldada por fondos chinos, agrega un nuevo capítulo de discordia en la relación bilateral.

El envío masivo de telegramas de despido a empleados de la constructora encargada de las obras representa un golpe económico y social significativo para la región. Este revés en la construcción de las represas, consideradas las más grandes del país, no solo repercute a nivel local, sino que también intensifica las fricciones entre ambas naciones.

La suspensión de los trabajos en el río Santa Cruz podría acarrear consecuencias aún más graves para el gobierno argentino, ya que se suma a una serie de disputas recientes. Entre ellas se destacan los desacuerdos relacionados con el ingreso de camiones chinos al país, supuestamente para combatir la pandemia, y el incidente con un pesquero de bandera china en aguas argentinas.

El riesgo de enfrentar litigios internacionales o la posible retención de fondos clave, como el swap de monedas, plantea una situación delicada para Argentina. Este intercambio de monedas, fundamental para las reservas del Banco Central, ha sido vital en momentos de escasez de dólares, incluyendo la gestión de pagos con el FMI.

El proyecto de las represas de Santa Cruz, parte del acuerdo bilateral de obras prioritarias entre Argentina y China, se ha visto obstaculizado desde mediados de diciembre por la falta de desembolsos acordados. A pesar de los esfuerzos por reactivar el proyecto, incluyendo negociaciones entre la constructora y las autoridades argentinas, la incertidumbre persiste.

La parálisis de esta megainfraestructura no solo afecta a la economía local y nacional, sino que también refleja un clima de tensión política y diplomática. El presidente Milei ha expresado su reticencia a negociar con regímenes no democráticos como el chino, aunque reconoce la dependencia económica del país respecto a China.

Ante la inminente renovación del swap de monedas y la necesidad de abordar los compromisos financieros con China, el gobierno argentino enfrenta una encrucijada diplomática. La posible visita de la canciller Mondino a Beijing busca allanar el camino para mitigar las tensiones y encontrar una salida negociada a esta compleja situación antes de que las relaciones entre ambos países se deterioren aún más.

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