Retraso en la llegada de La Niña: Nuevos pronósticos indican su aparición en primavera con intensidad moderada

A contramano de lo que indicaban numerosos pronósticos de meses anteriores, la llegada de La Niña podría retrasarse hasta la primavera. Según los modelos climáticos más recientes, la aparición de este fenómeno, que inicialmente se esperaba para el período entre junio y agosto, ahora parece más probable entre septiembre y octubre, con una intensidad proyectada como moderada.
Meteored informa que, a mediados de julio, se mantienen las condiciones neutras de El Niño, con la convección tropical y los vientos de bajo y alto nivel sobre el Pacífico Ecuatorial cercanos a lo normal. Esto sugiere que el sistema océano-atmósfera está en un estado neutral ENOS (El Niño-Oscilación del Sur) en la actualidad.
En los primeros meses de 2023, una burbuja de aguas más frías de lo normal comenzó a intensificarse en la región occidental del Pacífico Ecuatorial, provocando un rápido enfriamiento de la superficie del agua. Sin embargo, desde mayo, estas aguas frías subterráneas han perdido fuerza, ralentizando el enfriamiento y llevando a los modelos climáticos a retrasar la proyección de la llegada de La Niña.
El último informe del Centro de Predicción Climática (CPC) estima que las condiciones neutras persistirán en los próximos meses, con una probabilidad del 70% de que La Niña emerja entre agosto y octubre, y un 79% de probabilidad de que continúe durante el verano del hemisferio sur de 2024-2025. La Oficina de Meteorología de Australia y la agencia filipina PAGASA coinciden en que La Niña podría desarrollarse entre septiembre y diciembre, prolongándose hasta el primer trimestre de 2025.
Estos pronósticos actualizados reflejan la creciente incertidumbre y la necesidad de monitorear de cerca los cambios en el comportamiento atmosférico y oceánico en las próximas semanas y meses.