Patricia Bullrich busca adaptar el modelo de Bukele para combatir la violencia en Argentina

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La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, ha expresado su interés en adaptar el modelo de seguridad implementado por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, como respuesta a la creciente ola de violencia en su país. Esto surge luego de las declaraciones de Bukele ofreciendo colaboración en temas de seguridad durante una reciente intervención pública. Bullrich reconoce la necesidad de abordar la problemática de la violencia en Argentina, especialmente en ciudades como Rosario, donde el Plan Bandera ha sido implementado para contener la situación.

Bullrich destaca la importancia de recibir asesoramiento técnico de parte del gobierno salvadoreño, enfocándose en cómo han logrado disminuir los índices delictivos y fortalecer la legislación en materia de seguridad. Sin embargo, aclara que no se contempla la posibilidad de recibir efectivos extranjeros, ya que Argentina cuenta con sus propios recursos en términos de fuerzas federales y provinciales.

La funcionaria reconoce la complejidad de la violencia en su país, haciendo referencia a incidentes recientes como los enfrentamientos en eventos deportivos y boliches. Bullrich subraya la necesidad de trabajar en conjunto para abordar esta problemática y adaptar estrategias exitosas de otros países como la de Bukele.

A pesar del interés en el modelo de Bukele, las críticas no se hacen esperar, especialmente en relación con las preocupaciones sobre los derechos humanos. Organizaciones como Amnesty International han cuestionado el enfoque de seguridad en El Salvador, señalando detenciones arbitrarias, maltratos y violaciones a los derechos humanos. Esto plantea un desafío ético en la implementación de políticas de seguridad inspiradas en dicho modelo.

En medio de este debate, el gobierno argentino sigue adelante con su agenda de seguridad, destacando los primeros resultados del Plan Bandera en Rosario, que incluyen detenciones y decomisos de armas. Sin embargo, persisten desafíos, especialmente en relación con la infiltración de bandas criminales en el sistema penitenciario, como lo evidencia la sospecha de vínculos con el Primeiro Comando da Capital en algunos establecimientos carcelarios.

En conclusión, el intento de adaptar el modelo de Bukele refleja la urgencia y la complejidad de abordar la violencia en Argentina. Si bien se busca tomar medidas efectivas, es fundamental garantizar que estas acciones respeten los derechos humanos y promuevan un enfoque integral de seguridad ciudadana.

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