La dura realidad del empleo en Argentina: 2 de cada 3 trabajadores informales viven en la pobreza

Según datos oficiales del INDEC procesados por Jorge Paz, investigador del Conicet en el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE), el 46,5% de los empleados en el primer trimestre de 2024 se encontraba en condiciones de informalidad.
Este porcentaje se desglosa en un 26,8% de trabajadores asalariados no registrados (quienes reciben un salario, pero no están “en blanco”) y un 19,7% de cuentapropistas no profesionales (es decir, aquellos que realizan trabajos autónomos de baja calificación y remuneración, como las “changas”).
Los datos indican que, en el primer trimestre de 2024, la pobreza entre los trabajadores informales alcanzó el 66,3%. Especialistas señalan una clara correlación entre el nivel educativo y las condiciones laborales: a menor nivel educativo, mayor es la informalidad y la pobreza. En el caso de los jóvenes, el 63% de los que trabajan lo hacen en condiciones informales.
Desde 2016, el empleo precario ha crecido un 22,4%, en contraste con el aumento del trabajo asalariado registrado, que fue del 10,1%. De cada 100 empleos creados en los últimos ocho años, 63 fueron informales y 33 formales (los restantes 4 corresponden a patrones y cuentapropistas profesionales).
Dos tercios de los trabajadores informales viven en la pobreza y uno de cada cuatro es indigente. Este dato proviene de la consultora Invecq, liderada por los economistas Esteban Domecq y Santiago Bulat, que reveló que, en el tercer trimestre de 2023, el 55,1% de los trabajadores informales se encontraba por debajo de la línea de pobreza. En contraste, solo el 13% de quienes tenían un empleo formal se hallaba en esta situación.
Jorge Paz, por su parte, muestra que en el primer trimestre de 2024, la pobreza entre los trabajadores no registrados llegó al 66,3%, mientras que en el sector formal también aumentó, alcanzando el 29,5%. Además, el 23,9% de los no registrados vive por debajo de la línea de indigencia, frente al 4,8% de los registrados.
Un estudio de Fundar revela que los trabajadores formales ganan un 45,6% más que sus pares informales. “Entre 2003 y 2023, se registraron períodos de expansión y contracción en las brechas salariales entre ambos grupos. Entre 2003 y 2006, esta diferencia se amplió, pero luego se redujo de manera constante hasta 2015”, señala el estudio, que atribuye esta mejora al aumento del salario mínimo, la mejora de los salarios formales más bajos, una mayor carga fiscal sobre los salarios altos (a través del impuesto a las Ganancias) y una mayor demanda de empleo no calificado.
Fundar también destaca que “los trabajadores informales tienden a ser más jóvenes y poseen un nivel educativo inferior en comparación con los formales”. En este sentido, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) indica que “la informalidad es inversamente proporcional al nivel educativo: a menor nivel educativo, mayor informalidad laboral”.
María Migliore, asesora del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), directora de Integración Socio-Productiva de Fundar y exministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta (Cambiemos), señala: “Hay una clara correlación: a menor nivel educativo, mayor informalidad y pobreza. La educación sigue siendo la variable más influyente para acceder a un empleo formal”.
Por su parte, Manuel Mera, director de Protección Social de Cippec, destaca que “entre los jóvenes con trabajo asalariado, la informalidad alcanza el 63%”.
Fuentes: Chequeado e Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).