La banda del túnel en San Isidro: el financista, el ingeniero y el empleado traidor bajo sospecha
La investigación para desentrañar la audaz operación criminal en San Isidro está en manos de los fiscales Patricio Ferrari y Carolina Asprella, quienes, junto con la DDI local, buscan a los responsables de cavar un túnel de 150 metros bajo la calle Chacabuco para asaltar un banco.
Lejos de ser un simple intento de robo, la obra reveló una sofisticada ingeniería: paredes encofradas, ventilación, tendido eléctrico y una escalera que conectaba el túnel con un galpón alquilado por la banda desde noviembre de 2023. Este galpón, que funcionaba como taller mecánico, fue transformado en la base de operaciones de los delincuentes, quienes incluso crearon una fachada comercial para encubrir sus actividades.
Entre los elementos incautados, la policía halló planos detallados del banco, herramientas de excavación, y preocupantes indicios de que un empleado del banco podría haber proporcionado información valiosa a la banda. Las sospechas también recaen sobre un posible ingeniero encargado de la obra y un financista que habría respaldado económicamente el plan.
A pesar de la meticulosa planificación, un pequeño error—un objeto metálico visible en el empedrado—puso fin al plan. Ahora, los investigadores intentan determinar la estructura completa de la banda, que se cree involucró al menos a diez personas, mientras continúan analizando la gran cantidad de tierra almacenada en el galpón, una evidencia más del cuidado con el que se ejecutó la operación.
