Impacto de la Suba de Retenciones en el Sector Agropecuario Argentino

El reciente anuncio del Gobierno de Javier Milei sobre la suba de retenciones ha generado una serie de incertidumbres y preocupaciones, especialmente en el sector agropecuario argentino. Esta medida, que propone aumentar los derechos de exportación al 15%, excluyendo a la soja, ha llevado a diversos análisis sobre su posible impacto económico en cada uno de los subsectores.

Según el economista jefe de la Fundación Mediterránea-IERAL, Juan Manuel Garzón, esta suba de retenciones podría traducirse en una recaudación adicional para el Estado argentino de más de U$S 1.082 millones en el año 2024. Este incremento elevaría la cifra total de retenciones a aproximadamente U$S 7.388 millones. Sin embargo, este cambio en la política tributaria aún debe ser aprobado por el Congreso Nacional, lo que añade una capa de incertidumbre sobre su concreción.

El sector agropecuario, bajo las condiciones actuales, contribuiría de manera significativa al fisco argentino, experimentando un aumento del 43% en las retenciones, alcanzando U$S 6.306 millones. Este incremento ya refleja la recuperación productiva después de la histórica sequía que afectó al país. En caso de que se materialice la propuesta de aumento de las alícuotas, el salto en comparación con las contribuciones de 2023 sería del 68,1%, equivalente a U$S 2.933 millones adicionales.

En términos del Producto Interno Bruto (PIB), la recaudación proyectada para 2024 por derechos de exportación sobre el agro representaría el 1,42% del PIB, un aumento significativo del 0,73%. La implementación de la suba de alícuotas llevaría esta cifra total a 1,67% del PIB, reflejando una mejora de 0,98 puntos porcentuales en comparación con 2023.

Si se concreta el plan de aumentar las retenciones, diversos sectores del agro experimentarían incrementos en sus contribuciones al Estado. Por ejemplo, el trigo y el maíz verían elevadas sus alícuotas en 3 puntos porcentuales, la carne vacuna enfrentaría un aumento de 6 puntos, y el girasol y la lechería verían incrementadas sus alícuotas en 8 y entre 10,5 y 8 puntos, respectivamente. Además, muchas economías regionales, que actualmente pagan un 0%, pasarían a tributar el 15%.

Al analizar cada cadena agroindustrial, se observa que el aumento en el aporte no sería uniforme. Excluyendo la soja, que mantiene una alícuota inalterable del 33%, el complejo maicero y triguero experimentarían incrementos significativos, al igual que los cultivos menores. Incluso, economías regionales como el maní pasarían de no aportar nada a contribuir con U$S 159 millones.

En el sector cárnico, los frigoríficos y los lácteos enfrentarían aumentos considerables en sus pagos de derechos de exportación, generando preocupación en el agro. Este escenario se suma a los desafíos económicos que ya enfrenta el sector, creando un contexto de incertidumbre sobre el impacto real de esta medida y su contribución a las metas fiscales propuestas por el Gobierno de Javier Milei.

(AMBITO)