Guerra Fría, Guerrillas y Dictadura: Un Análisis del Golpe del 24 de Marzo de 1976

Para hablar de lo acontecido el 24 de marzo de 1976, es importante situarlo en el contexto de la Guerra Fría (1947-1991), una época de tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Sin embargo, es necesario retroceder en el tiempo para entender lo que motivó aquel suceso y cómo se fue gestando a lo largo de las décadas anteriores. En este sentido, no podemos dejar de lado lo expresado por el escritor Armando Alonso Piñeiro en su libro La Dictadura Peronista, publicado a fines de 1955. En él, menciona que Eva Duarte, el 21 de diciembre de 1951, adquirió, fabricadas por HAFDA S.A. (Hispano Argentina Fábrica de Automotores S.A.), un total de 5.000 pistolas calibre 11,25 mm y 2.000 carabinas calibre 9 mm tipo ametralladora, junto con cartuchería para todo ese armamento. El objetivo, y al parecer su deseo, era crear un ejército de obreros para que defendieran a su esposo, en ese entonces presidente de los argentinos, Juan Domingo Perón, ante los rumores de un posible derrocamiento armado. Este derrocamiento finalmente ocurrió el 16 de junio de 1955, cuando una facción de la Fuerza Aérea y la Armada bombardeó con 40 aviones de guerra la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, lanzando 14 toneladas de bombas, dejando un saldo de más de 300 muertos y alrededor de 2.000 heridos, durante un desfile cívico-militar. Ante esto, Perón huyó del edificio en llamas.

Ya en el exilio, luego de haber pasado por varios países que lo acogieron, Perón se instaló en 1964 en Madrid. Desde su residencia en el barrio privado de Puerta de Hierro, a través de videos, notas a la prensa y llamadas telefónicas a sus fieles sindicalistas y obreros, alentaba la rebeldía contra el gobierno de facto que lo había derrocado. Principalmente, se dirigía a la juventud que lo seguía en sus ideales. En su libro Perón y la guerra sucia (1996), el escritor Carlos Funes expresa, con soporte documental, que entre 1966 y 1983 los muertos por atentados de los subversivos fueron 1.094. Esta actitud de Perón en el exilio se sustenta en una carta escrita por él a los familiares de Ernesto “Che” Guevara, tras su muerte el 9 de octubre de 1967 en La Higuera, Bolivia, en la que expresaba admiración por su persona y su lucha armada, considerándolo un héroe.

También cabe mencionar el episodio luctuoso del 20 de junio de 1973, cuando ocurrió la masacre de Ezeiza. En las afueras del aeropuerto, una multitud esperaba el arribo de Perón desde el exilio, y allí se enfrentaron las fracciones peronistas armadas ortodoxas contra los movimientos comunistas armados, como Montoneros y el ERP, resultando en 13 muertos y 240 heridos. A pesar de ello, el 23 de septiembre de 1973, Perón ganó las elecciones presidenciales con un 62% de los votos. Sin embargo, apenas dos días después, antes de asumir el mandato, una facción de Montoneros asesinó a su hombre de confianza, el referente gremial y jefe de la CGT, José Rucci, con el fin de debilitar su futura gestión. Al recibir la noticia, Perón expresó: “Me mataron un hijo”.

Es importante señalar que la agrupación de izquierda Montoneros contaba con 10.000 participantes y 150 millones de dólares en Suiza, además de 50 millones de dólares en Argentina para operar. Sus principales referentes eran Roberto Quieto Argañaraz y Mario Firmenich. Esto se ventiló a partir de un informe secreto de la CIA, que indicaba que parte del dinero provenía de La Habana, con la anuencia de Fidel Castro, y otro tanto de robos y extorsiones a personas de poder secuestradas.

Para entender la peligrosidad de estos movimientos armados, podemos mencionar el hecho ocurrido el 19 de enero de 1974, cuando unos 500 subversivos del ERP asaltaron una guarnición del Regimiento de Azul, matando a dos militares de guardia y secuestrando a un tercero, al que torturaron. Además, robaron armas y municiones. Este hecho motivó que el 1 de mayo de 1974, en un discurso público, Perón expulsara a los montoneros y demás fracciones guerrilleras de Plaza de Mayo, llamándolos “estúpidos e imberbes”, lo que generó un gran malestar entre la multitud presente.

A continuación, uno de los acontecimientos más trágicos fue el fallecimiento de Juan Domingo Perón el 1 de julio de 1974, a tan solo 8 meses y 20 días de haber asumido la presidencia. Ante la creciente inestabilidad social y los hechos de violencia cada vez más frecuentes, la presidenta María Estela Martínez de Perón, viuda del ex presidente, permitió y apoyó la iniciativa de su secretario, José López Rega, quien propuso armar un grupo parapolicial para combatir el comunismo armado en el país. Este grupo, que operó entre 1973 y 1976, actuó de manera paralela a las fuerzas armadas oficiales para aniquilar a los grupos marxistas, y fue conocido como la Triple A (AAA).

Documentos señalan que la AAA eliminó a 1.100 subversivos y llevó a cabo 3.000 atentados. En un país revolucionado y cada vez más violento, el 5 de febrero de 1975, la presidenta firmó el decreto 271/75, dando poder a las tres fuerzas armadas, que se encargaron del Operativo Independencia, dirigido inicialmente contra los guerrilleros de Tucumán, y que luego se extendió a nivel nacional.

Finalmente, debido a la debilidad del gobierno de María Estela Martínez de Perón, y tras una reunión con la cúpula militar, el 24 de marzo de 1976, a la 1:00 hs, la junta militar, compuesta por el general Videla, el almirante Massera y el brigadier Agosti, tomó el gobierno con un 70% de aceptación popular, que pedía a gritos la intervención militar para calmar la barbarie diaria del país. Este hecho se conoció como el Proceso de Reorganización Nacional.

Según cifras oficiales de la CONADEP, entre abatidos y desaparecidos se contabilizan 8.961 personas, distribuidas en 2.367 muertos en enfrentamientos armados, 1.094 muertos en atentados de la guerrilla, 1.100 atribuidos a la AAA y 4.400 desaparecidos en los llamados “vuelos de la muerte” entre 1976 y 1983. Además, se estima que alrededor de 11.000 personas fueron incineradas en la siderúrgica Somisa, entre 1977 y 1978, como parte de un proceso de limpieza social, con el objetivo de “limpiar el país” antes del Mundial de 1978.

Esta investigación fue realizada por el historiador e ingeniero naval Jorge Bojanic, ex miembro de la CIA, en su plataforma DDVlog de YouTube. Fue una guerra de todos contra todos, con excesos y acciones repudiables. “Nunca más”.

correo de lectores

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *