Gobernadores en pie de guerra tras pedido de ajuste de Milei: “No hay más margen”

La presentación del proyecto de ley de Presupuesto 2025 y el pedido de un ajuste de u$s60 mil millones por parte de Javier Milei encendió las alarmas entre los gobernadores, quienes manifestaron su malestar ante la Casa Rosada. A medida que analizan los detalles del texto, el rechazo al ajuste crece, sobre todo en Buenos Aires y Santa Fe.
El gobierno de Buenos Aires, encabezado por Axel Kicillof, fue uno de los primeros en expresar su oposición. Carlos Bianco, ministro de Gobierno, rechazó el pedido de ajuste señalando que la Provincia ya trabaja en su propio presupuesto, y que este no será un “presupuesto de ajuste”. “La gente no nos pide que recortemos el Estado, sino que lo fortalezcamos con más patrulleros, medicamentos y hospitales”, señaló Bianco.
Santa Fe también manifestó su preocupación. El gobernador Maximiliano Pullaro recordó que su provincia ya hizo grandes esfuerzos fiscales y no está dispuesta a realizar más ajustes. Además, insistió en que la Nación debe resolver la deuda de entre $700 mil millones y $800 mil millones que tiene con Santa Fe.
El malestar no solo se concentra en la región pampeana. En el Norte Grande, los gobernadores advirtieron que el pedido de ajuste de Milei cae en un momento crítico, ya que las provincias han estado “atajando penales” desde enero, cubriendo los vacíos que dejó la Nación en áreas clave como educación, salud y obras públicas. Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, reconoció que, aunque las inversiones mineras han sido un salvavidas, no reemplazan los fondos nacionales necesarios para mantener la estabilidad provincial.
Desde Salta, el ministro de Economía Roberto Dib Ashur coincidió en la necesidad de equilibrio fiscal, pero cuestionó que el mercado no puede cubrir todas las necesidades, como la infraestructura en zonas remotas. En Tucumán, el gobernador Osvaldo Jaldo también expresó su rechazo, afirmando que ya implementó un fuerte recorte en su provincia y no hay margen para más ajustes.
A pesar de las diferencias políticas, el malestar entre los gobernadores es compartido. Se espera que en las próximas horas continúen los diálogos entre las provincias más afectadas, mientras se preparan para dar la batalla en el Congreso, donde el proyecto de ajuste será debatido.