“El Gobierno podría reducir el ritmo de devaluación tras baja en tasas de interés

Diversos analistas sugieren que el país experimenta un proceso de “dolarización de facto”. La expectativa es que el gobierno disminuya el ritmo de devaluación mensual del 2% al 1%, luego de haber reducido las tasas de interés la semana pasada.
El reciente blanqueo de divisas, que permitió el ingreso de 19.000 millones de dólares al sistema financiero, ha cambiado de manera significativa el panorama cambiario en Argentina. Este ingreso de capitales ha disipado las preocupaciones de inversores y analistas respecto a la capacidad del gobierno para enfrentar los vencimientos de bonos previstos en enero. Especialistas señalan que “ahora los mercados no parecen dudar” de la disponibilidad de dólares necesarios para cubrir esas obligaciones, lo cual ha generado un ambiente de mayor confianza.
Además, la inyección de dólares proveniente del blanqueo y las colocaciones de Obligaciones Negociables por parte de empresas privadas, que alcanzaron 4.000 millones de dólares en el primer semestre (de los cuales más de 1.000 millones ingresaron solo el mes pasado), ha reducido las presiones por una devaluación inminente.
Proceso de dolarización informal
Quantum, la consultora dirigida por Daniel Marx, se pregunta si estos movimientos podrían representar una “dolarización endógena o de facto”. El aumento en la disponibilidad de dólares dentro del país facilita su uso en transacciones cotidianas, mientras que los préstamos en dólares han crecido, pasando de 3.400 millones a 8.200 millones en octubre.
Impacto en consumo e inversión
La disponibilidad de dólares ha facilitado los pagos en efectivo, especialmente en el turismo y en gastos con tarjeta, lo que permite a más consumidores evitar los sobrecargos asociados a pagos en el extranjero. En octubre, el Banco Central logró comprar más de 1.500 millones de dólares gracias a un nivel elevado de liquidación de divisas por parte de exportadores. Este contexto ha fortalecido el “carry trade”, un mecanismo que se apoya en la estabilidad del tipo de cambio para atraer inversión en pesos.
La convicción de que el gobierno no devaluará ha llevado a que incluso aumenten las expectativas de reducir aún más el ritmo de devaluación. Esta proyección ha sido uno de los factores que impulsaron la baja de la tasa de interés de política monetaria del 40% al 35% anual, afectando directamente el rendimiento de las letras del Tesoro.