Crisis en Lácteos Verónica: peligran 700 puestos de trabajo en Santa Fe

Santa Fe. La histórica empresa Lácteos Verónica atraviesa una de sus crisis más graves: 700 trabajadores temen por la continuidad de sus empleos en las tres plantas que la firma posee en las localidades santafesinas de Clason, Lehmann y Suardi. La firma adeuda parte de los salarios de abril y no ha garantizado el pago de los haberes de mayo ni del medio aguinaldo que se aproxima.

El conflicto se profundizó tras la audiencia realizada el jueves entre representantes de la empresa y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), que concluyó sin acuerdo. En ese encuentro, la compañía —en crisis desde hace al menos siete años— reconoció el incumplimiento del pago del 50% del sueldo de abril, comprometiéndose informalmente a saldar esa deuda entre el 2 y el 11 de junio. No obstante, aún no hay certezas sobre los pagos venideros.

Uno de los propietarios, perteneciente a la familia Espiñeira, se presentó en la planta de Clason para intentar reactivar la producción, en un intento por generar ingresos que permitan abonar los sueldos atrasados. Mientras tanto, los trabajadores proponen que la empresa tome un crédito urgente para saldar deudas con el personal y proveedores, y así retomar la actividad normal.

La situación financiera es crítica. En los últimos días se conoció una nueva tanda de cheques rechazados por parte de tambos remitentes, con montos que podrían rondar los $800 millones. Los plazos de pago por leche cruda se han extendido de 45 a más de 90 días, lo que pone en riesgo la continuidad de la provisión de materia prima.

A pesar del difícil contexto, el miércoles se logró procesar unos 160.000 litros de leche fluida con personal fuera de convenio y operarios especializados. Como medida paliativa, Atilra ofreció a los trabajadores un crédito de $100.000 para la compra de alimentos, y gestiona la continuidad de tratamientos y servicios de salud esenciales.

Este viernes al mediodía se realizarán nuevas asambleas en las plantas, donde los propios trabajadores evaluarán los pasos a seguir. Entre sospechas de vaciamiento, demoras salariales y una administración cuestionada, la incertidumbre domina el panorama en una de las industrias lácteas más reconocidas del país. Fuente UNO

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