Durante la madrugada de este domingo, personal de Control Urbano de la Municipalidad de Paraná, junto a la Policía, clausuró una fiesta que se realizaba en una quinta de calle Rondeau.
El evento había sido autorizado para 400 personas, pero en el lugar se encontraron alrededor de 1.500 asistentes, muchos de ellos disfrazados, y solo ocho baños disponibles.
Ante el exceso de público y las irregularidades en las condiciones de seguridad e higiene, las autoridades dispusieron el desalojo y clausura inmediata del lugar. publico Ahora




