Aumento de Luz y Gas: Cinco Claves para Ahorrar Energía en Casa

En el marco de los futuros aumentos programados de luz y gas, sumado a la reducción de subsidios a la energía, es esencial adoptar prácticas que permitan reducir el consumo energético en el hogar. Aquí te presentamos cinco recomendaciones que no solo ayudarán a tu bolsillo, sino que también contribuirán a un uso más sostenible de los recursos.
- Uso Responsable de la Energía: El primer paso para reducir el consumo energético es adoptar hábitos responsables. Apagar luces en habitaciones vacías y cerrar ventanas al utilizar la calefacción son prácticas sencillas que marcan una gran diferencia. Este enfoque consciente puede reducir significativamente el gasto energético y las facturas.
- Aislamiento: Las paredes de una vivienda pueden ser responsables del 30% de las pérdidas de energía. Utilizar materiales aislantes como el poliuretano (PUR) y el poliestireno expandido (EPS) puede ayudar a minimizar estas pérdidas. Aunque el PUR es un excelente aislante acústico, el EPS es más ligero y económico, facilitando su implementación.
- Aberturas con Doble Vidriado: Las puertas y ventanas son responsables del 20% de las pérdidas energéticas en una vivienda. Instalar Doble Vidriado Hermético (DVH) puede reducir drásticamente la transmisión térmica, manteniendo el hogar más cálido en invierno y fresco en verano. Además, el uso de burletes y temporizadores para la iluminación puede optimizar aún más el ahorro.
- Energías Renovables: La generación de energía también juega un papel crucial en la eficiencia energética. La energía solar, tanto fotovoltaica como térmica, se ha vuelto más accesible y rentable. En el futuro, la energía eólica también podría ser una opción viable para los hogares, permitiendo una independencia energética significativa.
- Artefactos Eficientes: La tecnología ha avanzado para ofrecer electrodomésticos y gasodomésticos más eficientes. El Etiquetado de Eficiencia Energética (EEE) clasifica los artefactos desde G (menor eficiencia) hasta A+++ (mayor eficiencia), orientando a los consumidores hacia opciones que permiten ahorrar energía y reducir costos.
Adoptar estas prácticas no solo beneficia a cada hogar individualmente, sino que tiene un impacto significativo a nivel nacional. Con el 35% del consumo energético en Argentina proveniente de usuarios residenciales, estas medidas pueden contribuir a una gestión más eficiente y sostenible de los recursos energéticos del país.