A LA ADICCION NO LE IMPORTA SI ERES SABIO O NO

Soy papá de un adicto a la cocaína, que tuvo un buen trabajo, una familia hermosa y hoy es casi un indigente en un mundo donde espectadores dan consejos o te ignoran. Entre ellos están el Estado, la medicina y la justicia, que, con el justificativo de que la ley mental no lo prevee, evitan la internación involuntaria -como en este caso-, con el agravante de que corre riesgo su vida y la de terceros.
Los adictos en esta sociedad no tienen contención alguna. Todos los días aumenta la venta y consumo en una de las ciudades más pobres de Argentina, donde curiosamente está permitido que en pleno centro haya gente que sin escrúpulos, otorguen créditos en el acto a personas solamente con su DNI, sin importar si tienen o no trabajo porque el sistema les permite ver si tienen “de donde agarrarse” si no pagan, poniendo aún más en riesgo a la familia que busca la forma de cumplir rematando en algunos casos sus bienes. En algunos casos, esta actividad no está debidamente controlada por el Estado ya que generalmente no hay recibos/facturas oficiales.
Por ahora, al Coliseo Romano lo vivimos los padres viendo como se les va la vida a nuestros hijos y desde las gradas tiran ideas, critican, observan detrás de las cortinas, otros se tapan la cara, etc.
Las emergencias no solo son por accidentes o un ataque cardíaco, también debieran ser para prevenir.
El día 19/10/24 llamamos a la Policía de Entre Ríos, Seccional Primera, que se hizo presente en mi domicilio. Esto se debió a situaciones de violencia de parte de mi hijo por consumo de estupefacientes. Como no había heridos ellos “no podían intervenir”, y llamaron a la ambulancia del 107 a los efectos de llevar a mi hijo a la guardia del Hospital. Al llegar, obtuvimos el mismo resultado negativo que con la Policía, aduciendo que era mayor de edad y la ley no les permitía si no iba por propia voluntad. A todo esto, les mostramos Historias Clínicas donde 2 psiquiatras recomendaban en este caso, la internación involuntaria. Tampoco sirvió. Hoy, un día después, producto de sus alucinaciones/ paranoia, fue a la casa de su hermano y le tiró varias puñaladas; felizmente solo recibió raspones, pero pone en evidencia, lo negativo del accionar de la justicia y sus auxiliares para accionar en estos casos, sea por leyes controvertidas, por falta de conocimiento o por los motivos que fueren. Considero que también los profesionales de la salud deberían exigir desde su lugar, herramientas que permitan prevenir este tipo de eventos.
Tal vez, este flagelo se podía combatir o por lo menos disminuir, cuando los señores que calientan bancas en el poder legislativo cambien el CPPN y le den 10 años de prisión efectiva, al que venda un gramo de cocaína en lugar de pensar que debiera ser de venta libre.

O.A DNI 10911677.-

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