El cierre inesperado de la sucursal de Frávega en Temperley generó un fuerte reclamo del gremio de Comercio y abrió un escenario de incertidumbre para los trabajadores. La sede, ubicada en Pasco y Salta, apareció con las persianas bajas el lunes por la mañana, sin aviso previo ni comunicación oficial de la empresa.
Desde el Centro de Empleados de Comercio de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Ezeiza calificaron lo ocurrido como un cierre intempestivo y denunciaron la falta de diálogo por parte de la compañía. El secretario general, Rubén Crosta, sostuvo que se trata de “un acto de desprecio hacia quienes sostienen el funcionamiento de la firma”, y anticipó que exigirán la reincorporación del personal afectado.

El gremio expresó su preocupación por un posible plan de reducción de personal a nivel nacional. Según información interna que manejan, la empresa podría avanzar con hasta 300 despidos en distintas provincias, lo que encendió las alarmas en todo el sector.
Tras la denuncia sindical, el Ministerio de Trabajo intervino para evaluar la situación y abrir una instancia de negociación. Mientras tanto, los empleados permanecen a la espera de definiciones oficiales.
El caso se suma a otros cierres recientes en la cadena y refleja la tensión que atraviesa el comercio en un contexto económico complejo.




