La labor policial es clave para garantizar la seguridad y el orden público, pero muchos agentes hoy trabajan en condiciones que no son dignas ni acordes a la responsabilidad que asumen. La necesidad de realizar trabajos extra para poder subsistir refleja una realidad que requiere cambios urgentes.
Problemas como la falta de racionamiento adecuado durante las guardias, vales de combustible insuficientes para cubrir los recorridos diarios, la ausencia de gabinetes psicológicos que atiendan el estrés y los traumas del servicio, y la falta de viviendas para las familias, son parte de una situación que ya no puede seguir siendo ignorada.
Tal como lo plantea el licenciado Héctor Olivera, la policía debe ser reconocida como una actividad profesional de tiempo completo, al igual que jueces y fiscales. La histórica equiparación salarial con la Policía Federal —prometida desde 1989 con el decreto 805/89— sigue siendo una deuda pendiente.
Hoy, un nuevo proyecto de ley de enganche policial busca que los salarios de la Policía de Entre Ríos se actualicen automáticamente siguiendo el mismo criterio que la Policía Federal, tal como ocurre con los judiciales entrerrianos. Su aprobación representaría un hecho histórico para todo el personal policial y penitenciario, activo y retirado.
Reconocer su trabajo y garantizar condiciones laborales justas es fundamental para que puedan cumplir su función con eficacia, seguridad y dignidad.




