Aniversario con sabor amargo: la crisis que golpea a Gendarmería y a las fuerzas federales

Mientras Gendarmería Nacional celebra este lunes su 87° aniversario, el contexto dista mucho de ser festivo. El malestar crece entre los integrantes de las fuerzas federales y armadas, impulsado por los bajos salarios, un creciente éxodo de efectivos y la profunda crisis de la obra social IOSFA, que afecta a unos 600.000 afiliados.
La situación es crítica. Solo en el primer semestre del año, más de 2.200 agentes de las fuerzas federales solicitaron la baja voluntaria; Gendarmería fue la segunda más afectada, con casi 400 renuncias. Según altos mandos, la mayoría no se va por falta de vocación, sino por necesidad económica: los sueldos no alcanzan. Un gendarme con jerarquía baja cobra alrededor de $700.000, frente al costo de vida que, según el INDEC, ubica la línea de pobreza para una familia tipo por encima del $1.100.000.
La precariedad también se traslada al sistema de salud. IOSFA, que da cobertura al personal activo y retirado del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, Prefectura y Gendarmería, arrastra una deuda superior a los $160.000 millones y sigue creciendo. En 2023 tenía superávit, pero hoy acumula deudas con prestadores, suspende tratamientos, demora cirugías y no entrega medicamentos esenciales. Solo en junio, un promedio de 90 prestadores diarios dejaron de atender por falta de pago.
El drama es visible en redes sociales, donde se multiplican los testimonios de afiliados en situaciones desesperantes. Uno de los más impactantes fue el de un exmiembro de Prefectura que enfrenta un tratamiento oncológico sin cobertura médica.
La conducción del IOSFA también está en crisis. En menos de dos años ya pasaron tres presidentes. La actual titular, Betina Surballe, asumió recientemente en medio de fuertes cuestionamientos. Mientras dirigía el Instituto de Ayuda Financiera (IAF), autorizó un polémico préstamo al IOSFA por $40.000 millones a una tasa del 52%, que ahora se devuelve con los fondos de los propios afiliados.
La estructura de la obra social, con más de 3.000 empleados y una red de farmacias y centros recreativos deficitarios, es considerada inviable sin asistencia directa del Estado. Un informe interno firmado por el general retirado José Luis Figueroa advirtió sobre el colapso del sistema, la pérdida de profesionales y la falta de auditorías médicas, que agrava la crisis.
En este escenario, el aniversario de Gendarmería se transforma más en un símbolo de resistencia que en un motivo de celebración. Mientras se izan banderas en los cuarteles, la preocupación crece entre quienes aún eligen servir al país, pese a las adversidades.