El Senado da luz verde a la Boleta Única de Papel con modificaciones y envía el proyecto de vuelta a Diputados

Después de más de nueve meses de intensas discusiones, el Senado finalmente aprobó con modificaciones el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), enviándolo nuevamente a la Cámara de Diputados para su revisión definitiva. Este avance representa un logro significativo para el oficialismo, la oposición dialoguista, y en particular para la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel.

El modelo propuesto, que sigue el esquema mendocino inspirado en el de Córdoba, fue adoptado debido a su eficacia comprobada en varios comicios en esos distritos, donde se utiliza una única papeleta para todos los cargos en juego. A diferencia de la versión cordobesa, el modelo mendocino ofrece una mayor adaptabilidad, presentando los cargos en el margen izquierdo de manera horizontal y los partidos o alianzas en filas verticales.

Uno de los puntos clave en la definición de este modelo fue el aporte del senador Edgardo Kueider, del peronismo disidente y presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales. Con el apoyo de información técnica proporcionada por el Gobierno, Kueider logró consensuar un dictamen de mayoría que desbloqueó el proyecto, el cual había estado estancado desde el último período legislativo.

Entre las modificaciones aprobadas, se destaca la eliminación de la opción de votar por lista completa en las elecciones generales, una diferencia crucial con respecto a los sistemas de Córdoba y Mendoza. Esta decisión fue influenciada por un pedido específico de la senadora Mónica Silva, de Juntos Somos Río Negro, y de dos senadores renovadores de Misiones, quienes consideraron vital este cambio para garantizar la equidad en la competencia electoral.

Además de las modificaciones al modelo de BUP, el Senado también aprobó cambios en los plazos de las campañas electorales, que ahora se extenderán de 50 a 60 días, y en la presentación de listas, que se adelantará de 50 a 70 días antes de las PASO. Asimismo, se amplió el plazo para la conformación de alianzas, pasando de 60 a 80 días antes de las elecciones.

Durante el debate, el senador Kueider defendió la BUP como una herramienta fundamental para consolidar y fortalecer la democracia en Argentina, destacando que la mayoría de los países en el mundo ya utilizan este sistema. Sin embargo, el proyecto enfrentó una fuerte oposición del Frente de Todos, cuyo líder en el Senado, José Mayans, cuestionó la falta de un consenso amplio y la premura en la implementación de una reforma de tal magnitud.

A pesar de la aprobación general, la oposición dentro del oficialismo se mantuvo firme. El proyecto fue aprobado por 39 votos a favor y 30 en contra, reflejando la división en torno a esta propuesta. Ahora, el futuro de la BUP queda en manos de la Cámara de Diputados, donde deberá ser revisada y, en su caso, aprobada antes de que los plazos legislativos se agoten y el esfuerzo realizado se vea comprometido.

Desde distintos sectores políticos, incluyendo al PRO y al peronismo disidente, se destacó la necesidad de que Diputados sancione rápidamente el proyecto, para evitar complicaciones en los plazos electorales del próximo año. La discusión, sin embargo, dejó en evidencia las profundas diferencias entre quienes apoyan este cambio como un avance democrático y quienes lo ven como un intento de modificar las reglas del juego de manera precipitada.

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